sábado, 23 de febrero de 2013

ARCO 2013. Cuestión de entendimiento. Locos y Genios.


Muchos hemos oído eso de que en el arte contemporáneo, todo vale. Que ésos cuadros los puede pintar cualquiera, hasta un niño de 5 años. Son pinceladas al azar sobre un lienzo que, poniéndole un título extraño que no se corresponde con su contenido, cobran un valor de miles de euros.

Sí, parece que eso es el arte contemporáneo. Un grupo de locos que crean obras desconcertantes y algo absurdas y que ganan con ellas más de lo que podamos imaginar. Y mientras los demás nos reímos de ello. Sí, sí. Sus obras nos incitan a la risa. ¿Qué diríais si os encontráis con ésta obra, por ejemplo?



Pues es una de las obras más famosas e importantes de la historia del arte. Es el cuadrado blanco sobre fondo blanco de Kasimir Malevich y se encuentra en el museo de arte moderno de Nueva York. Estoy segura de que aquellos que no la conocían han dejado escapar alguna carcajada al verlo por primera vez, y más aún cuando han leído el título.

Desgraciadamente es la reacción mayoritaria entre la gente. Me incluyo. Aunque más que carcajadas, lo que se me quedó es cara de idiota, ceño fruncido como si buscara algo y labio superior levantado como si algo no me oliera bien. Definitivamente, no me cuadraba, no lo entendía, era como una broma que el autor quería gastar a sus espectadores.
Precisamente es eso lo que el arte contemporáneo NO es. Ni una broma, ni un mundo donde TODO vale. 

Antes era fácil identificar una obra y encuadrarla en un estilo concreto. Según la pincelada, los colores y aquello que aparecía ilustrado en el lienzo, podíamos decir si era impresionista, fauvista o surrealista. Pero hoy en día, el arte ha alcanzado una proliferación de lenguajes expresivos, materiales, técnicas e intenciones que llegan a ser tantas y tan diversas que nos llevan a no entender la obra. Es algo así como que el arte ha llegado a su libertad plena. A no estar atado a las normas de estilos y dogmas artísticos. Ya lo decía el propio Malevich “Todos los estilos deberían ser incinerados como si fueran un cadáver. Camaradas, alzaos, escapad de la tiranía de las cosas”

Por tanto, no es cosa del arte sino nuestra el saber “mirar” las obras de ahora. Somos nosotros los que tenemos que aprender a enfrentarnos a éste nuevo arte y comprenderlo. Pero nunca pensar que se trata de una tomadura de pelo (aunque a veces resulte extremadamente complicado)

En ARCO puedes encontrarte de todo. Y cuando digo de todo es… DE TODO. Desde unas rosas girando a toda velocidad sobre unas circunferencias, pasando por un cuadro de los Beatles cruzando el paso de cebra de Callao, hasta un vibrador lleno de arena. Son obras que nos sorprenden, nos gustan o no, y que casi nunca llegamos a entender. Pero os aseguro que cada una tiene su significado y su intencionalidad. Sin embargo, en el arte contemporáneo pecan de no explicarlo porque dan por hecho que la obra transmite de por sí lo que han querido que transmita. Eso sí, como sigo siendo una torpe e inexperta en este complejo mundo del arte, no dudé en preguntar en cada stand de ARCO el significado de alguna de sus obras, y os aseguro que cuando te explican el significado, empieza a perder gracia y a ganar en valor.

Sigo pensando que no es todo culpa nuestra, que una carcajada inicial o una cara de desconcierto no ofende al artista. Es la reacción que genera éste nuevo arte en la gente que formamos esa gran mayoría inexperta en el mundo Artístico. Lo que no debemos olvidar es que el ser inexpertos no nos da derecho a reírnos de una obra. Primeramente porque no tenemos en qué basarnos y segundo, porque deberíamos reírnos de nuestra ignorancia primero. Una primera risita sí, pero por favor, seguida de interés, curiosidad y con unos ojos llenos de ansias de Mirar y no de Ver.

Supongo que también es ley de vida. Todos se rieron cuando Copérnico dijo que la tierra no era el centro del Universo. Y cuando Beethoven presentó su cuarteto en Fa Mayor. O cuando los impresionistas comenzaron a dibujar con los colores y salían a la calle con sus lienzos.  Incluso Andy Warhol decía: "Pierdo la cuenta del numero de personas que se rieron al ver mis pinturas" Muchos han sido los "locos" que se han convertido en grandes y que han caminado a lo largo de la historia sobre esa  linea fina que separa al genio del loco. Que le pregunten a Dalí. 

Y a ver ahora, quien es el valiente de reirse de Copérnico, Monet, Warhol o Dalí.

Aquí os dejo algunas de las obras que nos encontramos en ARCO 2013.






















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